Los docentes hablan.

En este lugar mostramos a los docentes contandonos algunas experiencias de sus aréas y artículos acerca de los proyectos y labores que desempeñan actualmente.

viernes, 29 de julio de 2011

Rosa María Rivera Niquepa

“DEL DIVORCIO ENTRE EL HOMBRE Y SU VIDA”

Así se titula una reflexión sobre el suicidio, una problemática que va en crecimiento en los últimos
tiempos de manera especial en los jóvenes y adolescentes colombianos. Según medicinal legal ,
seis suicidios suceden a diario en Colombia, ¡seis!. Es la tercera causa de muerte en el mundo
en personas con edades entre los quince a los cuarenta y cuatro años. Por cada cuatro hombres
hay una mujer que decide que su vida no tiene sentido y optan por poner fin a su sufrimiento
mediante esta práctica autodestructiva.

Son cifras preocupantes y que no debería dejarnos tranquilos. ¿Qué esta pasando en la afectividad
de los niños y jóvenes hoy, que se encuentran tan a menudo con el absurdo de la vida y concluyen
que ésta ya no vale la pena ser vivida?. Sin lugar a dudas la raíz del problema está en el ámbito
familiar, ya que este núcleo humano es el principal proveedor de afecto de manera especial
de los cero a los cinco años donde el niño pone las bases de la construcción de su Proyecto de
vida y recibe las herramientas para enfrentar de manera asertiva las dificultades que se le van
presentando en su proceso de crecimiento; en gran parte de ello depende que vea los obstáculos
como problemas frustrantes o como oportunidades de aprendizaje.

Es hora de revisar la calidad de las relaciones humanas. Si el ritmo acelerado de la vida impuesto
por la sociedad de consumo no permite la cantidad de tiempo para acompañar el proceso de
crecimiento de los hijos, se debe recurrir a la calidad de los pocos momentos para expresarles
afecto dándoles la seguridad de poder enfrentar los obstáculos, con nuestro apoyo, cualquiera que
sean las circunstancias.

La muerte de éstos seres anónimos para nosotros que hoy simplemente hacen parte de las
estadísticas, cobra sentido cuando nos recuerdan a los que seguimos vivos que la vida no es para
siempre, que hay que buscar lo fundamental y no quedarse enredado en lo trivial, que el sabio
mira la luna y el necio se queda en el dedo que la señala, que así como cuidamos la salud física
debemos con mayor esmero cuidar la salud mental y que hay que aprender a amar y sentirse
amado de manera sana para encontrar en el verdadero afecto, el antídoto que nos aleje del
contacto con el absurdo, ingrediente presente en la aventura de estar vivos.

Lic. Rosa María Rivera N.

Docente de Religión.

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