Los docentes hablan.

En este lugar mostramos a los docentes contandonos algunas experiencias de sus aréas y artículos acerca de los proyectos y labores que desempeñan actualmente.

viernes, 15 de abril de 2011

LO QUE PERDEMOS AL CRECER Jhoana Tovar

 LO QUE PERDEMOS AL CRECER
Es interesante ver como las cosas a los adultos nos cambian tan fácilmente,  pero lo es aun más  percibir como se nos  olvido que fuimos niños. Somos muy simpáticos cuando crecemos. Olvidamos por ejemplo que habían comidas que no nos gustaban, o cuantos de nosotros  ¿no fuimos la  simpática Mafalda diciendo “odio la sopa”?, así y todo, obligamos a nuestros menores a consumir algo que muchas veces  ni nosotros mismos comemos; con el concepto adulto “que eso alimenta”, aunque científicamente este comprobado que no es así.



Pero  existen otras cosas igual de interesantes, por ejemplo, quien no disfruto  un fuerte aguacero  saltando de charco en charco  y parando debajo de cada chorro de agua que caía de algún tejado, solamente que ahora eso si hace daño, se pueden enfermar  y hasta malcriados llegan a ser, pues dañan todo aquello que con tanto esfuerzo nos  costo obtener: la ropa, los zapatos, etc.




Hay una que particularmente me gusta, el coger un juguete nuevo, desarmarlo, conocerlo, disfrutarlo, ser muy felices con ello, pues ya no teníamos un juguete sino dos, tres o mas, lo grave  era que al final del día nos iban a decir lo daño. Todos olvidamos este fabuloso evento….. “permitir que el investigador que llevamos dentro saliera”. Pero como ahora somos adultos y lo olvidamos; los juguetes nuevos, interesantes  y anhelados por los niños, los ponemos en una repisa  para que no los dañen y el investigador que llevan  dentro  sufre, se apaga y a veces muere.

Podríamos  contar  una gran cantidad de estos eventos: como derramar el jugo sobre el mantel cambiado; el querer estar en pijama todo el día;  imaginar que somos superhéroes o heroínas; que el dinero  era  un elemento innecesario; que el balón de futbol o la muñeca eran los mas grandes y preciados tesoros; que soñábamos con salvar al mundo y queríamos ser  doctores, enfermeras bomberos o policías; pero ante todo lo simple y hermosa  que era la vida, como disfrutar un día entero con nuestros amigos, lo fácil y sencillo que era divertirnos, que reíamos con cualquier cosa  y disfrutábamos de las cosas sencillas como el color de las nubes, los colores del arcoíris, el vuelo  de una mariposa, el acariciar una mascota;  o sentir el cariño, la seguridad y el amor  en un fuerte abrazo de papá y mamá.
Busquemos en nuestro interior esos niños perdidos y trabajemos fuertemente  en que los niños de ahora, no  dejen morir  su niño interior cuando crezcan.
Johanna Tovar
Docente Primaria

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